Escrito por Rosa Mijangos
LENGUAJE Y TÉCNICAS DE COMUNICACIÓN
El lenguaje es una de las principales, si no la mayor, técnica de comunicación. En un proceso de mediación debe manejarse por el profesional de manera positiva y precisa para resultar útil.
Para todas las personas es una herramienta que permite organizar nuestros pensamientos y plasmarlos en una dirección concreta; es, asimismo, un importante elemento movilizador de emociones, provoca, mediante asociaciones, distintos estados de ánimo, e igualmente, los refleja.
Como señala Lisa Parkinson (Mediación; Teoría y Práctica, Ed. Gedisa, 2005) el uso del lenguaje en la mediación es esencial. Debe ser:
a) Un lenguaje sencillo y claro: cuando estamos sometidos a presión, nuestra capacidad de entender y asimilar información está limitada. Es, por ello, especialmente necesario manejar un lenguaje inteligible. Frases demasiado largas, o términos especializados, en estos casos, generalmente, jurídicos o psicológicos, confunden a los mediados.
b) Un lenguaje positivo y cuidadoso: resulta mucho más útil encuadrar la situación de una mediación de una pareja en conflicto partiendo de expresiones como soluciones, planes, proyectos para el futuro, que recordarles la existencia de ese “conflicto de divorcio”. No debe, no obstante, dejar de atenderse a la complejidad de la situación en ningún caso: las parejas que se están separando no son felices, y el manejo de palabras que, obviando las circunstancias, insistan en subrayar una alegría que no existe, puede resultar muy contraproducente.
c) Mirar al futuro: La mediación no es una terapia, aun cuando puede resultar terapeútica. Algunas cuestiones del pasado serán, sin duda, relevantes, y por ello, han de ser reconocidas; pero la mediación debe plantear cuestiones que hagan a los mediados dirigir su atención al futuro, y así conviene verbalizarlas. Les estimula, y resulta más útil para alcanzar acuerdos.
d) Reconocer a las personas: es bueno repetir, introduciendo los cambios que sean necesarios, lo que los mediados manifiestan en el proceso. Permite corregir, confirmar, y facilita la escucha por parte del otro.
e) Respeto: Facilita la comunicación referirse a cuestiones o incidentes concretos y específicos, cuando los mediados hacen generalizaciones acerca de las conductas del otro.
f) Ayudar a que las parejas hablen entre ellos, y no sólo con el mediador.
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